“Si no ves tu valor, elegirás a personas que tampoco lo vean”.
En los días posteriores al eclipse, existe una importante fuerza que nos invita a movernos para generar los cambios que estamos destinados a experimentar. Tauro, el planeta del amor propio, el cuerpo y la valoración, nos está invitando a “podar la maleza” para poder florecer. Los miedos, negatividades o aspectos vulnerables que nos habitan, están necesitando ser desechados, y desde el punto de vista astrológico, muchos movimientos nos ayudan a hacerlo.
Primero, el Nodo Sur (que representa lo que debemos dejar atrás) está en Escorpio, y tuvo un importante protagonismo en el eclipse, por lo que allí tenemos una “sensación” de dejar atrás eso que nos impide caminar ligeros; para resignificar e integrar el Nodo Norte que está en Tauro y que desea experimentemos amor ilimitado (amor propio).
Luego tenemos el aporte que Lilith en cáncer está ofreciéndonos. Lilith representa el arquetipo de la mujer rebelde, guerrera y desobediente, que va en contra de toda estructura que busca someter o minimizar lo femenino. Esta energía tocando a Cáncer, nos invita a mirar nuestra historia familiar y cuestionarla; no para irrespetarla, sino para liberarnos de esas “cadenas ancestrales” que no nos permiten tener una experiencia individual. Estar atados al pasado familiar, es una forma de someternos, por lo que Lilith ayudará a que podamos verlo y soltarlo.
El tercer aspecto es que Venus ingresa a Aries, lo que nos dará el impulso para “renacer” a partir de esa mirada de lo que debemos dejar de ser. Se trata principalmente de honrar todo lo pasado, porque nos trajo hasta hoy; y despedirnos de lo que no necesitamos. Tal vez lo que deseamos dejar atrás no esté mal, solo que no lo requerimos más.
Todos estos “procesos” que el cielo nos invita a hacer van en correspondencia a la fuerza de Urano en Tauro, pues este gran planeta nos viene a enseñar que debemos ser flexibles y adaptarnos. Confiar en ti y en tu proceso son lecciones importantes que debemos aprender, cada uno a su tiempo, pero con la certeza que tienes todo lo que necesitas para estar bien, como individuo, para luego compartirte.
EMOCIONES DENSAS QUE PODEMOS EXPERIMENTAR.
Es probable que todo este movimiento generen conflictos con el “aire”, que se pueden manifestar físicamente en: -Pensamientos exacerbados, podemos darnos cuenta que la actividad mental está más intensa en los últimos días, te recomiendo que medites o intercambies tus pensamientos negativos por pensamientos positivos; -El cuidado de la mente, como un aspecto de la salud, es tan vital como la propia comida, dedica tiempo para respirar conscientemente, abrazarte y ser tu propio refugio, porque se pueden exacerbar las ansiedades en estos días; -Conflictos para respirar, este puede ser un indicativo de que estás abrumado por los cambios, la falta de aire siempre nos invita a parar. Detente por supervivencia. Respira y repite en voz alta “estoy a salvo, reconozco que el amor, la bondad y paz de dios, están en mí”; -Problemas para hablar, por enfermedad en la garganta o conflictos de expresión.
Es importante habitar las sensaciones que nos hacen transitar los cambios. Permítete liberar tu corazón de la desolación, de la sensación de abandono, de la soledad, del dolor y de la no pertenencia. Encuentra que tú siempre estarás para ti. Y a partir de allí, ámate a través de todas las experiencias de tu vida. No le temas al cambio, porque te llevará a encontrarte con nuevas personas y experiencias. Vívete sin miedos.
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“La oscuridad llega ante Dios y se queja:
-La luz me persigue, me hace daño.
Dios le responde:
-Llamaré a la luz para que se explique.
Cuando la luz llega, la oscuridad desaparece.” cuento de Alejandro Jodorowsky