Este mes de febrero de 2022, con el sol en el signo de acuario, y una concentración de energía de planetas personales en capricornio, seguimos sintiendo la tensión de las nuevas formas de construcción que el cielo nos plantea. Acuario nos llama a soltar las “muletas” emocionales, físicas, mentales, intelectuales, etc., que nos impiden movernos libremente al bienestar y para ello, más que las acciones físicas de ir en dirección a lo que deseamos, requiere asimilar un proceso interno que es mucho más limitante, se trata de nuestra mente. Por ser un signo del elemento aire, estimula muchísimo los cambios en nuestras estructuras intelectuales, y es justo este el movimiento que se requiere para poder movernos más ligeros.
Lo que no dejas ir "lo cargas". Lo que cargas "te pesa". Y lo que te pesa "te hunde”.
La meta estaría en poder salirnos de las formas, abrirnos aprender nuevas maneras de hacer, de ser, de vivir y en esa apertura, encontrarnos. Este es sin ninguna duda de los más hermosos regalos de esta fuerza que, desde el 2020, con el proceso pandémico, nos está llamando a hacer. Se trata de mirarnos con ojos renovados; aprender a mirarnos como individualidades que viven en colectividad. Pero para poder expresar nuestra mejor versión, es necesario entrar y encontrarnos con todas las profundidades que somos. Amar y admirarnos, reconocernos y aceptarnos tal como somos y desde esa fuerza de la creencia en nosotros mismos, salir a mostrarnos tal cual somos. Sin caretas, ni deseos de moldearnos, igualarnos, parecernos a nada ni nadie.
La fuerza de acuario nos impulsa a crecer en lo diverso y, en este mundo, la uniformidad aún sigue teniendo un importante peso (en las redes, por ejemplo, vemos cómo el estereotipo de belleza, éxito, riqueza, etc., es uniforme). Se trata de ir en una dirección propia, aceptando todo lo que somos, nuestras luces y oscuridades, hacer un sendero único, en el cual te sientas a gusto, y a partir de esa identidad, construir tu estilo de vida.
Abrazar tus diferencias y mostrarlas sin juicios.
Es natural sentir cómo nuestro cuerpo, que es el aspecto más terrenal que tenemos, se tensiona con toda esta fuerza que vibra en el ambiente. Allí ofrezco, como herramienta, conectar con el altruismo acuariano, si logramos abrazar nuestras emociones con amor e intentar mirarnos a través de todas las experiencias, personas, situaciones que nos ocurran, hallaremos que solo se trata de aprendizaje. Y para aprender, se requiere de humildad para asumir que no sabemos todo, asumir que nuestras formas de hacer son solo una de las miles de formas que existen en el mundo. Pero reconocer que existen miles de miradas sobre un mismo hecho, es el paso inicial para ser flexibles al cambio. Hacernos adaptativos es la única garantía de no sufrir, y esta es la lección que se nos invita ahora mismo a aprender.
Requiere de la incorporación de una palabra que es realmente reveladora, con la que a medida que podamos soltar y confiar, podremos sintonizarnos: la certeza. La certeza a la que vamos a lograr llegar bien a nuestro destino; certeza de que la vida nos va guiando; certeza de que el control no es sinónimo de éxito; certeza de que solo podemos entregar lo mejor de nosotros y de que hay momentos del proceso en los que no intervenimos; certeza de que siempre se te darán los conocimientos en el momento que lo requieras; certeza de que hay personas que te ofrecerán su ayuda; certeza de que hay días en el que tú serás ese brazo que asista al otro. Si has llegado a este día, eres un ganador, mas tu mayor convicción debe ser que hoy eres la mejor versión, porque tienes todo el aprendizaje y las herramientas que antes no poseías, por eso vive este momento con alegría en el corazón e inocencia, porque todo lo que necesitas siempre te llegará en el momento que puedas verlo.-